El deseo de contar cosas
Enero no ha traído lluvias pero si que nos ha regalado una pasa estomacal y una gripe larga y acomodada, a los virus hay que dejarlos en paz, ya se irán cuando les salga del mismísimo miasma.
Así que, aceptando que enero, lo hemos pasado entre la cama y el sofá, entre peli mala y caldito de puchero, entre una perra que se tira unos pedos infernales y la otra que ronca como una osa. Todo siempre amenizado con los maullidos, como cantos gregorianos, de tres insaciables mininos. En esa fantasía hogareña, de amor animal y gripe, nos hemos puesto a hacer la nueva web de La Perversa.
Y la verdad es que estamos muy contentas, ahora tenemos una web más completa, alegre y colorida, como nos gusta. Y la letra bien grande para la presbicia que tenemos algunas. De fácil acceso, un menú, una newsletter, mucho rojo y un blog y todo dentro de la web.
Y en eso estamos ahora, con el blog, en nuestro deseo de contar cosas, y de contarlas de forma divertida. Queremos explicar las técnicas fotográficas que más nos apasionan. Queremos contaros más cosas de La Torcida y de los bellos relatos que nos surgen en los paseos que hacemos con las perras por los campos que nos rodean. Queremos hablaros de Nan y Goldin. Y también queremos quejarnos algún día de los males del mundo.
Tenemos deseos de contar cosas, las cosas que nos salgan del mismísimo coño, en esta web que nos ha costado una gripe en parir.
![La emulsión sensible. Una técnica fotográfica maravillosa.](https://images.squarespace-cdn.com/content/v1/6788f5f654adc359662e0845/1738763306229-V5SY02SVI53PAFWE2AUX/IMG_1903.jpg)
La emulsión sensible. Una técnica fotográfica maravillosa.
Cualquier proceso creativo (ese espacio-tiempo donde todo nuestro cuerpo y nuestra alma se entrega fielmente a las musas, al cosmos, al trabajo incesante, al ensayo y al error, a las dudas, a la señora frustración, madre coraje de todo aprendizaje), ansía con toda su alma tirarse a la piscina, a riesgo de ahogo, de fracaso. En esa posibilidad, en esa entrega profunda, está el gozo y la infelicidad. Todo aprendizaje es un acto de amor.